(Los
Inmaduros)
Estamos en un departamento
de los monoblocks MARRONES, antes de ser destruidos por los CREMAS. El tío de TAVO
trajo de regalo 2 pares de guantes marca EVERLAST. Un par de color negro y otro
para de color rojo. Los había comprado en un viaje de puro placer a una Ciudad
que TAVO nunca escuchó nombrar pero que al oírla le suena a nombre de batalla
histórica o al nombre de una banda de Heavy Metal. A las pocas horas de haberse
hecho efectivo el paso de los guantes de las manos del tío de TAVO a las de
TAVO se produce el primer encuentro y a la vez debut de los guantes. La ventana
de persianas marrones de la habitación de TAVO se encuentra abierta. Se oye el
sonido de los pasos del tío de TAVO alejándose. Pareciera que lleva puesto unas
botas leñadores con suela de goma. Igual no se lo puede ver. En la habitación
de TAVO, donde no hay ningún poster, ni juguetes, solo las blancas paredes, la
ventana verde y arriba de uno de los roperos una pila de latas de colección de
todo tipo: latas de cervezas, latas de gaseosas, jugos, elixires extraños del
Asia profundo y gaseosas light. Las latas están amontonadas una arriba de la
otra como una muralla metálica. Algunas latas, caídas por la intromisión de
algún viento fuerte, típico de los otoños Posadeños, cubren algunas de las
armas que TAVO colecciona. Son más de una decena, la mayoría antiguas. La que
más reluce, quizás por haber sido pulida el día anterior, es una escopeta Tipo
ARRIETA del 23. TAVO lleva puesto el par de guantes rojos, los agarró pensando
que ese color podría traerle algún tipo de buena suerte, duda de ello, pero igualmente
los lleva puesto. Su primo, CHOCHY, se quedó con el par de guantes negros por
decantación y no por alguna otra cosa. TAVO viste, aparte de los guantes rojos,
una casaca francesa de color verde, unos calzones negros ajustados hasta la
rodilla y un diente flojo. La paleta izquierda. TAVO frota su lengua sobre su endeble
diente. Se balancea hacia adelante y hacia atrás, TAVO imita con el cuerpo los
mismos movimientos que con su diente. Algún tipo de placer le debe producir, al
menos eso es lo que yo intuyo. Su primo CHOCHY está enfrente suyo, listo para
el enfrentamiento. Vale la aclaración y para quitarle “suspense” a la escena,
que CHOCHY es 3 años mayor que su primo y casi 30 centímetros más alto y ancho.
El cálculo es estimativo. Pero si se quiere apostar a lo seguro vale el dato. Se
miran fijamente. Los 2 dan dos pasos hacia delante. CAMPE se acerca a ellos.
Tiene una pistola Vasca en la mano derecha, la otra la tiene enyesada. CAMPE
quiere una pelea limpia y con poco roce. Sin roce innecesario. CAMPE debe tener
unos 15 años. 2 menos que sus amigos combatientes. El chico es testigo de cómo TAVO
y CHOCHY chocan sus guantes y se alejan unos pasos. CHOCHY le hace una señal a CAMPE,
éste se acerca y le desabotona su Chupa en tafetán de color azul. Los botones
tienen inscriptas pequeñas estrellitas rojas. El niño le quita la Chupa y CHOCHY
se queda solo con su casaca beige. CAMPE se sienta en la cama de TAVO, levanta
su arma, apunta hacia la ventana verde, apunta al sol, y finalmente dispara. La
explosión retumba en el interior de la habitación. TAVO y CHOCHY comienzan a
pelear. De entrada y para sorpresa de casi nadie, CHOCHY comienza golpeando,
sin mucho orden pero con mucha convicción, Golpea, CHOCHY muy abajo. TAVO
reacciona, pero pega poco y fuerte. Abruptamente un golpe de TAVO da directo en
el grueso y transpirado cuello de CHOCHY. Se da por finalizado el combate
amistoso y le damos la bienvenida al combate llano. CHOCHY comienza a golpear a
su primo sin medir fuerza y cantidad. Aunque quisiera no podría hacerlo. El
chico, los chicos, sabían que era la ira. Varios golpes en la cara de TAVO le
cambian el color de los cachetes y de la nariz. CHOCHY al ver a su oponente
entregado, listo para la cocción, le atina un certero puñetazo en la boca a su
primo/hermano. Ese mismo día, más precisamente esa misma tarde, TAVO perdió uno
de sus dientes, la paleta izquierda. Por suerte era un diente de leche.
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